“A LAS ENFERMEDADES LARGAS”
Yo he querido suicidarme
o morirme de repente,
pero ninguno ha sabido
el motivo que he tenido
para ese paso imprudente.
Las enfermedades largas
tienen mucho inconveniente,
se desatiende el enfermo,
para que funcione el termo
dándole café a la gente
Se redoblan las visitas,
pocas van para ayudar,
unas van de noveleras,
otros van de candeleros,
los novios a conversar.
Las viejas a echarsen cuentos
de cuando murió el marido,
a contar de los lamentos
conque lloraron al viejo
sin nunca haberlo querido.
Las sin novio a cuchicheos
por todas partes andando,
y el pobre enfermo en la cama
llama que llama y que llama
mojado….quizás cagado.
Los jóvenes a reírse,
a tirárselas de pillos
dando en todo pareceres,
andando tras las mujeres
y pidiendo cigarrillos.
La señora de la casa
mandando a su sola hija
a que atienda bien la visita,
y el enfermo en la camita
atollado… en la cobija.
Luego se acerca a su enfermo
como muy desesperada,
estaba oyéndote un cuento,
se le olvidó el alimento
y también la cuchara.
Con maña llega a la cama
está el marido callado
y diciendo, está mejorcito,
no piensa que el dormidito
es por hambre desmayado.
Estas y otras muchas cosas
que no se pueden narrar
hacen que un pobre creyente,
desee morir de repente
siendo un pecado mortal.
Algunos y no son pocos
en los que nadie repara,
van y llevan a su casa
en un bolsillo una tasa,
y en el otro una cuchara.
Arcesio Escobar Torres
Betulia
Yo he querido suicidarme
o morirme de repente,
pero ninguno ha sabido
el motivo que he tenido
para ese paso imprudente.
Las enfermedades largas
tienen mucho inconveniente,
se desatiende el enfermo,
para que funcione el termo
dándole café a la gente
Se redoblan las visitas,
pocas van para ayudar,
unas van de noveleras,
otros van de candeleros,
los novios a conversar.
Las viejas a echarsen cuentos
de cuando murió el marido,
a contar de los lamentos
conque lloraron al viejo
sin nunca haberlo querido.
Las sin novio a cuchicheos
por todas partes andando,
y el pobre enfermo en la cama
llama que llama y que llama
mojado….quizás cagado.
Los jóvenes a reírse,
a tirárselas de pillos
dando en todo pareceres,
andando tras las mujeres
y pidiendo cigarrillos.
La señora de la casa
mandando a su sola hija
a que atienda bien la visita,
y el enfermo en la camita
atollado… en la cobija.
Luego se acerca a su enfermo
como muy desesperada,
estaba oyéndote un cuento,
se le olvidó el alimento
y también la cuchara.
Con maña llega a la cama
está el marido callado
y diciendo, está mejorcito,
no piensa que el dormidito
es por hambre desmayado.
Estas y otras muchas cosas
que no se pueden narrar
hacen que un pobre creyente,
desee morir de repente
siendo un pecado mortal.
Algunos y no son pocos
en los que nadie repara,
van y llevan a su casa
en un bolsillo una tasa,
y en el otro una cuchara.
Arcesio Escobar Torres
Betulia
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